Intentando escribir este editorial en 30 min que tengo, el bebé está durmiendo la siesta y ese es el único tiempo con el que cuento para hacerlo.
Como muchos sabéis fui mamá en octubre del 2020 y fue todo muy complicado, por ello, nuestra revista hizo un parón hasta ahora.
AARTI para mí es, aparte de mi trabajo, mi forma de vida, mi pasión, el espacio donde puedo desarrollar mi creatividad. Disfruto, me divierto. Escribiendo los editoriales, como sabéis, doy rienda suelta a una “auto-terapia escrita” y os cuento y comparto. Además, muy importante, AARTI es un encuentro con amigos, un conocernos, crear familia-tribu.
La diseñadora de la revista, Laura, también ha sido mamá casi a la par que yo. Nos costó decidir cuándo comenzar de nuevo con la revista, porque tenemos muy claro que nuestra prioridad ahora son nuestros bebés. Estamos entregadas a ellos, a su cuidado, su atención, etc… Por otro lado, la maternidad es mucho más complicada de lo que pensábamos, nadie habla de esa parte – hago un inciso para contaros que hablaré de ello en el editorial de AARTI octubre, es un tema que quiero abordar de una manera profunda y personal y no puedo escribirlo con 30 min. que saco de la siesta de la mañana y 30 min. de la siesta de la tarde-. Bueno, continúo… Después de pensarlo mucho… ¡decidimos hacerlo!
Aquí estamos, aventurándonos a trabajar de nuevo. Compaginando nuestro rol de mujeres emprendedoras del siglo XXI con nuestro nuevo rol de mamás.
¡Madre mía!, a lo mejor nos lo tendríamos que haber pensado mejor.
Aquellas madres que estéis leyendo esto, seguro que se os ha dibujado una sonrisilla en el rostro. Sin que haga falta escribir más, ya entendéis a que me refiero. Y también, entenderéis, que cuando eres madre y estás dedicada a tu bebé 100%, llega un momento que necesitas un escape del tándem “bebé-mamá-teta-casa”, necesitas vislumbrar que la vida sigue… viva… no es que estés sumida en el “día de la marmota”.
Bueno, pues AARTI Julio 2021 ha sido todo un reto para nosotras. Las reuniones de trabajo, evidentemente, fueron con nuestros bebés, y de unas dos horas que intentábamos trabajar, entre amamantar, cambiar el pañal, bracitos, juegos, etc… con suerte, volvemos al número mágico 30 min., provechosos laboralmente. Y, ¡qué decir de los audios que nos hemos ido enviando! susurrándonos el mensaje porque el bebé dormía encima nuestro o con los grititos de fondo, o agobiadas porque estábamos sacando al bebé del carro, cogiendo el bolso, dejando la compra y, el bebé llorando porque justo en ese momento quería Aquí y Ahora teta…
Cuando tienes un bebé, al cansancio y estrés normal del trabajo, se suma el cansancio de no dormir por la noche. En esto Laura tiene más suerte porque ella y Kira duermen bien, pero yo llevo durmiendo tres horas desde que nació Devendra. Mi amor, tiene muchas ganas de Vivir, de aprender, no quiere perderse nada ni “perder el tiempo”, creo que por eso nació antes de tiempo y después, está recuperando ese mes y medio de incubadora y haber nacido pesando apenas un kilito, así que las noches se las pasa comiendo y comiendo de la teta de mami.
Se está transformando en un “gordito” de su edad y eso no tiene precio ni sueño que valga. Además, las madres que damos el pecho, por mucho que nos quejamos a veces de estar todo el día con la teta “colgando” o no descansar porque, por ejemplo, en mi caso me pide comer cada dos horas… ese momento de bebé-mamá-teta es especial, hermoso, único. Un momento Sagrado donde el vínculo que nos une, es mucho mayor que la simple figura de madre-hijo-lactancia. Se siente el Amor Incondicional, la Pureza, la Inocencia, la Belleza… pura Vida…
Así que, aunque ya no se me vean los ojos por las bolsas y ojeras que tengo, de repente las canas se están adueñando de mi cabello y mis células llevan meses sin poder regenerarse, todo ello no importa cuando Devendra me echa una sonrisita o me acaricia la cara con sus pequeñas manitas.
En resumen, lo que vengo a deciros con este editorial es que seguramente vais a encontrar en esta edición de la revista algún error que otro. También esta es la razón por lo que, de ahora en más, AARTI se publicará cada tres meses. La próxima edición será en octubre… ¡ups! mañana tendré que comenzar a escribir el siguiente editorial para ver si me da tiempo…
Por cierto, ¿qué era lo que iba a explicaros?… desde el embarazo mi memoria comenzó a “fallar” y desde que no duermo, ya no es solo la memoria, sino dkl kdi opodcfgf mvnvhj que no me salen ni las palabras…
Helena Cuerva
Julio 2021