Gestalt, en tiempos de crisis humanitaria – Cercle Gestalt Eivissa

La base sobre que reposa el sufrimiento neurótico se podría resumir de forma breve, así: “tenemos serias dificultades para vivir coherentemente en el presente resultado de no haber podido integrar experiencias del pasado, lo que además nos conduce a fantasear sobre el futuro, creyéndonos que no tendremos los recursos suficientes para sobrevivir, si tal o cual cosa ocurre”.

La mayoría de los acontecimientos que perfilan nuestra manera de estar en la vida ocurren en la infancia. Lo que implica que, si tenemos muchos asuntos que no hemos podido asumir y comprender durante esta época, tendremos una cierta tendencia a dar respuestas infantiles frente a acontecimientos que se asemejen a circunstancias que no pudimos comprender y nos evocan sensaciones que no pudimos elaborar de forma sana. Esto significa que de diferentes maneras, muchos de nosotros, nos sentimos y nos comportamos como niños. Este hecho tiene dos caras, por un lado, advertimos muchas de las cosas que nos pasan con la misma dificultad que las percibe un niño (lo que genera una enorme sensación de impotencia) y nos convierte en víctimas y, por el otro, actuamos con imprudencia e irresponsabilidad infantil, sin conciencia de ello, queriendo someter al mundo a nuestros deseos, lo que nos convierte en perpetradores.

Usted dirá, “Yo no tengo comportamientos infantiles. Soy una persona competente, adaptada al sistema y que vive según las normas”. Y yo le digo, “¿y si son, también, la competencia, la adaptación y la sumisión, conductas infantiles?

Uno de los principales rasgos que caracteriza la percepción infantil de la realidad es la dificultad en reconocer los límites, sostenido sobre la impresión de “tener derecho a todo”, movidos por la impulsividad y el deseo, sin tener en cuenta la propia fragilidad, y con muy poca capacidad para soportar la frustración.

Entonces, si sacamos la terapia del contexto individual y lo ampliamos a lo colectivo, ¿no cree usted que muchos de los problemas del mundo actual, tienen que ver con una percepción infantil de la realidad? ¿No cree usted que la sensación de tener derecho a todo nos está abocando a la autodestrucción por falta de conciencia de la propia fragilidad? ¿No cree usted que la falta de reconocimiento de los límites y del impacto que nuestros actos generan está destruyendo el medio sobre el que se desarrollan nuestras vidas? ¿No cree usted que esperar a que venga “papá estado” a resolverle sus problemas es una manera infantil de estar en el mundo?

Uno de los pilares sobre los que se levanta la Terapia Gestalt es la responsabilidad, no entendida como el acatar un conjunto de normas que definen la normalidad, sino como la conciencia convertida en acción del cuidado propio, del otro y del medio. Otro, es darse cuenta de cómo me hago daño, hago daño al otro y daño el medio que habito, y por último, la capacidad de todo organismo para autoregularse y así mantener la vida.

¿No cree usted que, visto lo que está pasando, la tierra es un organismo vivo, con una tendencia a autoregularse para mantener la vida? Y que somos nosotros, con nuestras heridas infantiles, los que estamos siendo regulados para no continuar destruyéndonos y destruyendo…

Frente a este escenario, tenemos dos posibilidades, o nos hacemos adultos en lo individual y esto repercutirá en lo colectivo, o veremos cumplida la profecía infantil, no tendremos los recursos suficientes para sobrevivir.

Oswaldo Velásquez Muñoz

Director de Cercle Gestalt Eivissa y Espai TCI Ibiza
871 044 220 (fijo)
685 882 430 (Whatsapp)
Cercle Gestalt Eivissa
ibiza@cerclegestalt.com

 

Compartir en:
5 1 vote
Valoración
Subscribe
Notify of
0 Comentarios
Inline Feedbacks
View all comments

Este sitio web utiliza cookies para que tengas una mejor experiencia de usuario
Si continúas navegando aceptas su uso y nuestra política de cookies

ACEPTAR

Aviso de cookies