La sombra es esa parte o esas partes de nuestra personalidad de las cuales nos hemos querido desprender debido a que no se adecuan a la imagen que hemos construido de cómo queremos ser. Son cualidades y facetas que escondemos. Viene a ser como esa parte de nuestra mente inconsciente que guarda lo que no miramos y rechazamos, sentimientos, emociones, miedos, anhelos, deseos, proyectos, cualidades. La sombra viene a ser lo difícil.
Todo lo que no queremos afrontar, lo derivamos a la sombra de una forma inconsciente. Lo que tampoco sabemos es que es ahí, en ese cajón, donde se guardan infinidad de partes de nosotros mismos, también se encuentran los mayores tesoros que poseemos.
Solo cuando somos capaces de destapar y mirar la sombra, podemos integrar completamente todos nuestros aspectos y permitirnos ser como realmente somos. Como digo, la sombra no solo alberga las partes que nosotros consideramos como malas, sino que también se alojan en ella nuestras mayores capacidades.
Normalmente la dinámica que tenemos se da de esta manera: como no queremos aceptar partes de nosotros mismos, utilizamos el mecanismo de proyección y las derivamos hacia las otras personas, pensando así, que son partes que no nos corresponden y que pertenecen a los demás. De esta manera, parece que nos liberamos de ellas. Todo hay que decir, que mientras intentemos rechazar partes de nosotros mismos, éstas persistirán hasta que les demos un espacio para ser aceptadas e integradas.
Aquellos que no aprenden nada de los hechos desagradables de sus vidas, fuerzan a la conciencia cósmica a reproducirlos tantas veces como sea necesario para aprender lo que enseña el dramade lo sucedido. “Lo que niegas te somete, lo que aceptas te transforma” Carl Gustav Jung
Tenemos el mecanismo de la proyección para alejar nuestra sombra de nosotros mismos, depositándola en los demás podemos utilizar este mecanismo en beneficio propio, y así, poder integrarla a través de ellos. Lo que vea en el otro, tiene que ver más conmigo que con el otro. Podemos optar por hacer esa gimnasia mental.
Con lo cual, lo que veo en los demás (especialmente esas facetas que me resisto a aceptar) que quiero cambiar del otro o que me provocan enfado, resistencia o miedo, son las verdaderas llaves maestras que me ayudarán a reconocer partes de mi para poder integrarlas y adquirir mayor libertad.
Si aprendemos a realizar un trabajo con nuestra sombra, tendremos la oportunidad de liberar partes de nosotros mismos que están alojadas en nuestra profundidad. Así nos sentiremos más flexibles y completos, debido a que integraremos todas las facetas de nuestro ser.
Extracto del libro “Salud, ¿Eres tú? Como permitir que tu propia salud interna se exprese”
Pablo García Reino
Osteópata Hipnosis
Ericksoniana – PNL
649 636 576