Juguetes de madera para el desarrollo de la psicomotricidad – Al-lots ECO Ibiza

La definición de la palabra “juguete” es: objeto para jugar y entretener, habitualmente destinado a niños. En general, un juguete tiene por objetivo la recreación, sin exceptuar otras funciones como la formación, el aprendizaje, el desarrollo o estimulación de los aspectos intelectual, psicológico, sensorio-motriz y de convivencia social, entre otros.

Es en los niños en que el juguete es un concepto imprescindible y en el que toma su máximo valor en el contexto del desarrollo humano. La función del juguete en los niños es la de apoyar el desarrollo de múltiples aspectos de éste, tanto el físico como el psicológico. Es a través del juguete que los niños exploran, descubren, aprenden e interactúan con múltiples objetos y problemas que forman una parte importante de su adecuado desarrollo como individuos.

Antes con los juguetes tradicionales recreábamos mundos de fantasía con cubos de madera, pero hoy día eso queda muy lejos. Hoy la tecnología ha ocupado el lugar de todos esos juguetes de siempre, pero y ¿la motricidad?

La motricidad fina

La motricidad fina comprende todas aquellas actividades del niño que necesitan de una precisión y un elevado nivel de coordinación. Ésta se refiere a los movimientos realizados por una o varias partes del cuerpo, que no tienen una amplitud sino que son movimientos de más precisión. Se cree que la motricidad fina se inicia hacia el año y medio, cuando el niño, sin ningún aprendizaje, empieza a experimentar y pone bolas o cualquier objeto pequeño en alguna botella o agujero.

“La motricidad fina implica un nivel elevado de maduración y un aprendizaje largo para la adquisición plena de cada uno de sus aspectos, ya que hay diferentes niveles de dificultad y precisión. Para conseguirlo se ha de seguir un proceso cíclico: iniciar el trabajo desde que el niño es capaz, partiendo de un nivel muy simple y continuar a lo largo de los años con metas más complejas y bien delimitadas en las que se exigirán diferentes objetivos según las edades”

María Fernanda Loaiza Gómez (Psicóloga infantil)

La motricidad fina, micro-motricidad o motricidad de la pinza digital tiene relación con la habilidad motriz de las manos y los dedos. Es la movilidad de las manos centrada en tareas como el manejo de las cosas, orientada a la capacidad motora para la manipulación de los objetos, para la creación de nuevas figuras y formas, y el perfeccionamiento de la habilidad manual.

El desarrollo de la motricidad permite al área sensorial-motriz una capacidad exploradora que es la que fomenta el aprendizaje y estimula el desarrollo intelectual del niño. Por todo ello, es muy recomendable incitar al niño en sus intentos de búsqueda, dejándole tocar, palpar, chupar (si es posible) y manipular, sin limitar sus posibilidades, aunque sí controlando los límites ante posibles riesgos.

Para ello existen los juguetes que estimulan la motricidad fina que están diseñados para favorecer que el niño utilice los músculos de la cara, ojos, manos, dedos, y pies para jugar.

Los mejores juguetes

Hay quienes dicen que todo tiempo pasado fue mejor; los niños jugaban de manera sana y su imaginación los llevaba a donde quisieran llegar. Hay otros que sustentan que la tecnología nos brinda un sinfín de posibilidades para el desarrollo social y creativo.

De acuerdo con Ángela Pulido, especialista en el cuidado del bebé, juegos de bloques, de ensartar, memoria, rompecabezas y hasta títeres y marionetas, estimulan el desarrollo psicomotriz de niños entre 6 meses y 4 años, “dependiendo de la edad, se incentivan sensorialmente o aprenden organización, composición y creatividad”, afirma.

Por otro lado, está comprobado que este tipo de juegos alientan a los padres a pasar tiempo de calidad con sus hijos, “cuando un niño siente que sus padres lo están ayudando en la difícil tarea de ensartar un aro en un madero, el vínculo afectivo y la seguridad emocional se intensifican”, asegura la especialista.

Que tus hijos aprendan jugando

Entre los 6 meses y los 2 años es indispensable desarrollar las habilidades sensoriales, por ejemplo los dados de estimulación con colores, texturas y sonidos despiertan los sentidos de los pequeños. Es importante tener en cuenta que antes del año es preferible que el bebé disfrute de estas actividades en juguetes de tela, para luego hacer la transición a la madera.

De los 2 a los 3 años el niño deberá desarrollar su motricidad gruesa, aprender temas de organización a través de rompecabezas básicos, manualidades y bloques, para que de los 4 en adelante la motricidad fina lo ayude a componer, contar, leer y a ser creativo a través de juegos de memoria, tableros y títeres, entre otros.

Lo importante es que los padres comprendan que sus hijos pueden aprender jugando de la misma manera en la que ellos lo hicieron, sin los peligros del pasado, por el contrario, a través de productos de calidad que los incentivan y los acercan a quienes sólo quieren lo mejor para ellos.

 

 

Al-lots ECO Ibiza

Tel 971 336 460
C/ del Mar, nº 9 – Santa Eulalia del Río
(Ibiza)

 

* Publicado en AARTI #19 (enero 2013)

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