¿Corredor de la muerte o el advenimiento de una nueva era?
Un virus es un microorganismo invisible al microscopio óptico que sólo puede desarrollarse en el seno de una célula viva, dañando a ésta y haciéndola vulnerable.
Las células constituyen el elemento esencial de todo ser vivo y disponen de los medios necesarios para hacerse resistente a toda infección viral. Una célula puede referirse tanto al tejido o al órgano del cuerpo humano, pero también, por extensión, al grupo de la familia, de la sociedad, el continente, el planeta, el sistema solar, la galaxia… hasta el infinito. Cada célula es sana si mantiene su estado de salud por la disolución y eliminación de venenos, residuos y toxinas, así como, por la absorción e integración de alimentos y partículas vivas, naturales y portadoras de luz.
En condiciones óptimas, la célula se mantendrá consciente de la visión holística, es decir, totalizadora de la vida, desde el micro al macrocosmos. “Kosmos”: del griego, Universo concebido como un Todo ordenado. De no ser así, la célula puede entrar en un proceso de deterioro y/o degenerativo, de separación, de inflamación, etc. en el que enferma, con tendencia a mutar hacia la “pretensión” de imponerse a las células sanas, usurpando y monopolizando su poder.
En la sociedad, también podemos observar cómo se manifiestan las dinámicas centralizadoras y globalizadoras que nos van acercando paulatina e irremediablemente a una situación de colapso, degeneración y posible hundimiento de nuestro sistema político-económico y social, en definitiva… al caos planetario. “Khaos”: del griego, abismo.
Puede que haya llegado el momento en que cada mujer, cada hombre deba comprometerse ya, aquí y ahora, dando un paso al frente, eligiendo de manera total, sin ambigüedad, irreversible el caballo que ha de montar… el de la Luz o el de las Tinieblas. El camino de la Verdad y la Vida o bien, el de la cobarde entrega al bando de la mentira, de la especulación y de la muerte. Así de claro… ¿al servicio de qué energías trabajamos? Por nuestros frutos nos conoceremos y nos conocerán.
La pregunta del millón es la siguiente: ¿Qué es este Cororna virus – covid 19?
¿Una plaga de destrucción masiva… o … La oportunidad de redención de la humanidad?
¿Una deriva de la soberbia despiadada de la sociedad totalitaria mercantil… o …Una mutación de la Naturaleza hacia una democracia real, con equilibrio, previsión y salud?
¿Un confinamiento físico y mental en el tiempo y espacio… o …La trascendencia de la realidad formal hacia la interdimensional y lo atemporal?
¿La enfermedad de la visión materialista de la existencia… o …Una crisis de crecimiento y evolución en la elevación de la Consciencia?
¿La revelación de la dispersión y del “sálvese quien pueda” en la derrota… o …La unificación de la diversidad y de los opuestos?
¿Lucha, fracaso, resignación y duelo… o… Prueba del fuego, Purificación y Renacimiento?
Hasta ahora hemos estado contando el tiempo con referencia a la venida de Cristo. Estamos en el año de gracia 2020 d.C., después de Cristo… y después del Corona-Virus d.C. Puede que tras este tremendo acontecimiento tengamos que aceptar, luego comprender y al final rendirnos… ¿a la evidencia?
La Naturaleza, Dios, la Vida o el Universo, o como se le pretenda llamar, nos otorga otra oportunidad. Otra más, después de tantas a lo largo de la evolución de la Humanidad. Y, ¿si fuera esta la última? ¿Vamos a tropezar con la misma piedra y seguir atropellando la Vida en todas sus manifestaciones con la misma cínica mueca de siempre? ¿O acaso, levantaremos vuelo juntos, hermandados y hermandadas, de una vez por todas, juntas todas y cada una de las células, mano a mano… manifestando con brío y elegancia aquello a lo que hemos venido a comprometernos aquí y ahora, estableciendo nada menos que la Edad de Oro en el Paraíso de nuestra Tierra?
“No importa la magnitud de la tarea, sino la grandeza del valor”
por La Familia del Bosque