Este mes he querido compartir con vosotros este bello poema que nos habla sobre la Vida. Una visión sobre la Verdad oculta tras “el velo de Maya” (la ilusión que nos tiene atrapados), tras nuestro Ego y nuestra vida cotidiana.
La Vida simplemente Es. Vivir al servicio y encontrar nuestro propósito dentro del plan divino en el que cada uno de nosotros somos únicos e irremplazables.
“La Vida te decepciona, hasta que dejas de vivir de ilusiones y ves la realidad.
La Vida destruye todo lo superfluo, hasta que únicamente queda lo importante.
La Vida no te dejará en paz, así que deja de culparte y acepta todo como “Es”.
La Vida te quitará lo que tienes, hasta que dejes de quejarte y comiences a agradecer.
La Vida te trae a personas con problemas para que dejes de mirar afuera y comiences a mirarte adentro, y así poder sanar.
La Vida te deja caer una y otra vez, hasta que decidas aprender la lección.
La vida te saca del camino y te presenta encrucijadas, hasta que dejas de querer controlarlo todo y aprendes a fluir como un río.
La vida te pone a enemigos en el camino, hasta que dejes de «reaccionar».
La vida te asusta y te asustará tantas veces como sea necesario, hasta que pierdas el miedo y recuperes la Fe.
La vida te aleja de las personas que amas, hasta que comprendes que no somos este cuerpo sino el alma que contiene.
La vida se ríe de ti una y otra vez, hasta que dejas de tomarte todo tan en serio y te ríes de ti mismo.
La vida te rompe, te quiebra en tantas partes como sean necesarias para que la luz te penetre…
La vida te repite el mismo mensaje, si es necesario con gritos y bofetadas, hasta que por fin escuches.
La vida te envía rayos y tormentas para que despiertes.
La vida te humilla y derrota una y otra vez, hasta que decides dejar morir tu ego.
La vida te niega los bienes y la grandeza, hasta que dejas de querer bienes y grandeza y comienzas a estar al servicio.
La vida te corta las alas y te poda las raíces, hasta que no necesitas ni alas ni raíces, sino solo desaparecer en las formas y volar desde el Ser.
La vida te niega los milagros, hasta que comprendes que todo es un milagro.
La vida te acorta el tiempo para que te apures en aprender a vivir.
La vida te ridiculiza hasta que te vuelves nada, hasta que te haces nadie y así te conviertes en todo.
La vida no te da lo que quieres, sino lo que necesitas para evolucionar.
La vida te lastima, te hiere, te atormenta, hasta que sueltas tus caprichos y berrinches y agradeces respirar.
La vida te oculta tus tesoros, hasta que emprendes el viaje y sales a buscarlos.
La vida te niega a Dios, hasta que lo ves en todos y en Todo.
La vida te quiebra, te poda, te decepciona… hasta que solo el AMOR permanezca en ti”.
** Extracto del poema “La Vida” de Bert Hellinger, creador de las Constelaciones Familiares.
Helena Cuerva
Julio de 2020