Confío en que algún día podamos leer esta breve carta juntas.
Tu embarazo no está siendo lo que se podría decir como “ideal” o “fácil”, pero aun así, es la experiencia más auténtica y maravillosa que he vivido nunca.
Se ha complicado un poquito y estamos de médicos y pruebas, sintiendo miedo, tristeza, impotencia, dolor… aunque estamos inmersos ahora mismo en este proceso que se podría calificar como negativo, en mi corazón sólo hay Agradecimiento.
Gracias por elegirme como madre y darme la oportunidad de experimentar la maternidad.
Gracias porque llevarte dentro mío, sentir cómo te mueves y tu cuerpecito, es una experiencia inexplicable, una conexión única que sólo una madre es capaz de sentir, Amor en estado puro.
Gracias porque no podrías haber elegido un padre mejor, es un compañero de vida maravilloso.
Gracias por permitirme experimentar el Amor incondicional de madre, donde sólo me importas tú, y todo lo demás queda en otro plano.
Gracias por traer una unión y sanación tan profunda con mi familia.
Gracias por hacerme sentir el Amor y Apoyo que ambas familias y todos nuestros amigos nos están brindando, sin ellos todo sería más difícil.
Gracias por enseñarme lo verdaderamente importante y esencial de la Vida.
Gracias por el crecimiento personal que estamos viviendo en la pareja, tu papi y yo, desde otro nivel de conciencia, donde el Amor que nos une es lo que prevalece ante todo, aportando presencia, apoyo, sostén…
Gracias porque la maternidad me ha conectado con otra visión de la vida, desde dónde moverme, pensar, sentir…
Cada noche, cuando enciendo tu velita y hablamos, lo primero es agradecer otro día más contigo.
Sabes que mi deseo es tenerte entre mis brazos cuando llegue el momento. Poder compartir una vida juntas, y continuar siendo la familia que ya somos.
Me he imaginado tu parto, tantas veces… Poder cogerte yo misma recién salida del útero y ponerte tal cual sobre mi pecho. Como una loba hace con sus cachorros… Poder olerte, sentir tu cuerpecito sobre el mío y sentir tu calor… poder susurrarte:
“Gracias Mi Amor… lo hemos conseguido”.
Ojalá hayas venido para quedarte y no tengas que marcharte, tú serás quien lo decida.
El Amor incondicional que siento por ti como Madre, hace que, sea cual sea tu decisión, la entenderé, aceptaré y abrazaré.
Como ya hemos hablado, me entrego a ti y pongo mi cuerpo a tu servicio, con todo mi Amor, Entrega y Agradecimiento.
Gracias Lluvia,
Mamá
Helena Cuerva
Septiembre de 2020