Hoy en día no nos ocupamos demasiado por lo que comemos, quizás por pereza, muchas veces comemos cualquier cosa (por matar el hambre) y no nos paramos a pensar que es realmente lo que estamos comiendo y sus efectos sobre nuestro organismo.
Cuando uno lee atentamente los ingredientes que contienen los productos que consideramos primarios en nuestra alimentación, se puede dar cuenta que lo que estamos comiendo ha pasado por tantos procesos, que quizás la palabra más adecuada para definirlo no sea alimento.
HOY EN DÍA LA DIETA HA VARIADO EN GRAN MEDIDA:
• Se ha dejado la legumbre como proteína
• Se ha eliminado el cereal integral
• Aumento de pesticidas y hormonas en la comida
• Abuso de harinas y cereal lavado con ácidos
• Frutas y verduras fuera del lugar de origen y temporada
• Excesos en algunos alimentos
• Sedentarismo
Casi todos los conflictos que tenemos con nuestro mundo de emociones tienen un reflejo en el modo en que nos alimentamos. A través de la comida, podemos intentar reducir un malestar, controlar una emoción o rellenar un vacío interno. La comida se puede convertir en la herramienta errónea que utilizamos para reducir la tensión ante los problemas o para intentar ocultar un sentimiento negativo como soledad, aburrimiento o ansiedad. Alimentación, Emociones y Salud.
Vivimos nuestra vida sin detenernos a considerar cómo estamos pensando, qué estamos sintiendo y de qué manera nos estamos comportando en el “aquí y ahora”. Nuestros pensamientos e imágenes mentales viajan hacia el pasado (qué nos pasó ayer) o el futuro (qué debo hacer mañana), pero raramente se detiene en el momento presente. Por ello, no nos damos cuenta de las señales que nos envía nuestro cuerpo para avisarnos que algo anda mal.
LA ALTERNATIVA EFICAZ
La alternativa eficaz para poder evolucionar física, emotiva y mentalmente (además por supuesto de espiritualmente) pasa necesariamente por una alimentación natural y equilibrada.
Proponer dietas, tablas de ejercicios, respiraciones, horarios, etc, no sirve de nada si no hay comprensión. La comprensión lleva automáticamente a un cambio de actitud, y éste nos pone en el camino de encontrar lo que necesitamos y nos sienta mejor. Entender que somos la causa primera de nuestras dificultades, es el primer paso para caer en la cuenta de que tenemos el poder de cambiar nuestra situación a mejor.
LA DIETA ES UNA IMPORTANTE CAUSA DE ENFERMEDAD
Sobre todo hoy en día, nuestra comida contiene una increíble variedad de sustancias químicas, en forma de conservantes, aromas, colorantes, emulgentes…etc. Lo que es peor, algunas drogas, como hormonas o antibióticos, están presentes en determinadas comidas. Para completar el cuadro, los métodos agrícolas de crecimiento también han expresado una total revolución con el abandono de los modos tradicionales de preservar la fertilidad de la tierra y controlar las plagas, a favor de los pesticidas químicos y fertilizantes. Las cantidades residuales de estas sustancias inevitablemente están presentes en la comida y el agua.
Los hábitos dietéticos pueden llegar a ser una causa de enfermedad si la dieta es desequilibrada desde el punto de vista cuantitativo o cualitativo. Desde el punto de vista de la Medicina Oriental, la sobrealimentación debilita el Bazo y el Estómago provocando la acumulación de mucosidad, una sensación de plenitud, eructos, regurgitación ácida, náuseas y distensión abdominal.
El consumo excesivo de alimentos de energía fría y alimentos crudos (como ensaladas, helados, bebidas frías o frutas), puede debilitar el Bazo, en concreto el Yang de Bazo, causando diarrea, escalofríos, mucosidad fría, dolor abdominal y distensión.
El consumo excesivo de alimentos dulces y azúcar, también extremadamente común en nuestra sociedad, bloquea la función de transformación y transporte del Bazo produciendo Humedad, con síntomas como catarro de las vías respiratorias superiores, distensión abdominal y plenitud, mucosidad en las heces y secreciones vaginales. El consumo excesivo de alimentos de energía caliente y comidas con especias (como curry, alcohol, cordero, ternera o especias) da lugar a síntomas de Calor, especialmente del Estómago o del Hígado, como gusto amargo, sensación de ardor en el epigastrio y sed.
El consumo excesivo de comidas grasas y fritas (como comidas muy fritas, leche, queso, mantequilla, nata, plátano, cacahuetes o carnes grasas), produce la formación de Flema o Humedad que obstruye la función del Bazo de transformación y transporte. Esto puede causar síntomas variados de Flema, como la sinusitis, secreción nasal, sensación de tener la cabeza “atontada”, cefaleas sordas, bronquitiS, etc.
Una alimentación natural y con conciencia nos permite eliminar todos los kilos de más, al mismo tiempo que tiene un efecto rejuvenecedor resultado de una mayor manifestación del espíritu a través de nuestro cuerpo físico. Por lo que todo lo eliminado no se recupera.
“Cuida tu cuerpo, vive en armonía con tu ser interior”
Beatriz Armero Jiménez
* En esta celebración de los #100 ejemplares de AARTI tenías que estar. En memoria de Beatriz Armero Jiménez