En la transición a una alimentación más vegetal es lógico que optemos por eliminar los productos animales sustituyéndolos por aquellos alimentos vegetales a los que estamos más acostumbrados o que más nos gustan
Algunas personas empiezan a consumir más lechuga y tomate, más brócoli y patata o más arroz y lentejas… Te dirás ¡pues claro, esto es obvio! Efectivamente, aunque hay que tener en cuenta que la amplia variedad de alimentos del mundo vegetal y sus distintas características en cuanto aporte de nutrientes y energía, nos proporcionan resultados muy distintos en cuanto a composición corporal y estado físico general.
Los productos animales tienden a ser calóricamente más densos y cuando dejamos de consumirlos de manera habitual y los vamos sustituyendo por alimentos del mundo vegetal en su versión integral y natural (que es lo más recomendable para tu salud), es muy habitual bajar de peso. Si estás buscando perder algunos kilos ésta será una consecuencia deseable al menos a corto plazo; los alimentos vegetales, al tener un mayor contenido en fibra y agua, te permiten ingerir más volumen de comida sin engordar. Sin embargo, si lo que quieres es mantener tu peso o aumentar tu masa muscular y rendimiento físico tendrás que elevar tu ingesta de calorías y de proteínas.
Estos dos trucos te ayudarán a hacerlo de una manera fácil, saludable y deliciosa:
- Alegra tus platos y ensaladas con salsas y aliños a base de frutos secos: utiliza cualquier crema de frutos secos o semillas como base (1 cucharada sopera por persona) y añade los ingredientes líquidos (agua, limón, vinagre, etc.), las especias y condimentos que prefieras hasta lograr el sabor y consistencia deseada. Mézclalo todo en un tazón y remueve con una cuchara o varilla hasta que quede bien integrado. También puedes utilizar los frutos secos directamente y triturarlo todo junto en la batidora. A parte de sumar un extra de calorías y nutrición de calidad, estarás añadiendo más sabor y una cremosidad irresistible a cualquier ensalada o plato caliente que te inventes.
- Legumbres a diario: por su alto contenido en proteína, hidratos de carbono de absorción lenta, fibra, vitaminas y minerales, las legumbres son junto con los cereales integrales y farináceos (como el boniato o la patata) la base calórica de una alimentación saludable. Las puedes preparar en purés, hummus, salteados con verduras, guisos, en ensaladas frescas, etc. Una buena idea es tener siempre en casa legumbres listas para utilizar. Si las compras en conserva opta mejor por las que no tengan aditivos; los ingredientes deberían ser la legumbre en cuestión, agua, sal marina y nada más.
No creo que haga falta decir que estos dos trucos puedes y ¡debes combinarlos! A estas alturas ya te estarás imaginando las deliciosas y nutritivas combinaciones con las que vas a empezar a experimentar. Con esto, incluyendo a diario una buena cantidad de frutas y verduras, ¡estás servid@!
Carlos de Andrés