La fascia toca todos los sistemas, es por ello que es la más inclusiva y conclusiva
¿Quién no ha escuchado alguna vez hablar sobre la Fascia? Históricamente fue ignorada, y se le asignó un rol pasivo en relación a nuestros movimientos diarios y al funcionamiento fisiológico, pero hoy día, afortunadamente vive un auténtico renacer.
Desde hace aproximadamente unos 10 años Robert Schleip “Terapeuta manual” crea el Congreso Internacional de Fascias que se realiza cada tres años, para acercar el mundo de la ciencia a las terapias manuales.
Apoyado por estudios científicos que se llevan acabo en diferentes universidades de Estados Unidos, Alemania, Italia, etc. permiten dar una mayor credibilidad a los terapeutas y otorgarles su merecida labor.
Quien más o quien menos, tiene una ligera idea de lo que es la Fascia y de lo que hace, pero no se conocen las nuevas y modernas teorías sobre la implicación que ésta tiene, sus propiedades y el significado clínico en relación a la medicina actual.
Desde el día en que nacemos, esta extensa red de tejido conectivo, hace de nexo desde la cabeza a los pies; conecta nuestros órganos, los compartimenta, los interconecta. Une nuestra piel y nos comunica con cada parte de nuestra anatomía y, en especial, con el sistema nervioso.
No hay parte del cuerpo humano sin ella. Científicos, terapeutas físicos progresistas y profesionales de la terapia manual, consideran actualmente a la fascia como el mayor implicado en nuestro sistema de regulación, de movimiento y de nuestra salud y bienestar en general. Hasta el punto de ser declarada como el mayor órgano del cuerpo.
Los músculos que actúan sobre los huesos y las articulaciones, no explican por si solos la estabilidad y el movimiento humano. Es una anatomía que ya no tiene sentido. Esto no denigra el rol de los músculos
o de los nervios, pero es la red de la fascia actuando como un Todo, que nos ayuda segundo a segundo a mantenernos erguidos frente a la ley de la gravedad; ya sea junto o en contra a otras fuerzas que nos rodean y nos afectan en nuestro contexto de vida diaria.
¿Qué es lo importante a saber sobre la fascia?
La fascia es tanto elástica como plástica. Los cambios hormonales que ocurren a medida que envejecemos como la andropausia y la menopausia, reducen la elasticidad de nuestros tejidos. Trabajar con la elasticidad y la hidratación de la fascia puede ayudar en este proceso. La buena noticia es que la elasticidad de la fascia se puede recuperar.
¿Cuál es la mejor manera de recuperar la calidad fascial?
Con el movimiento y con terapias como: la osteopatía, el rolfing, y el Feldenkrais… entre otras, ya que cuando movemos nuestro cuerpo éste absorbe más agua, proteína y lo necesario para su regeneración. Al igual que una esponja que no libera el agua retenida y que con el tiempo se estancará, el cuerpo estancado se acercará hacia la enfermedad. En Can Oliver ofrecemos terapias que integran el trabajo de las fascias y permiten acercarse a la salud desde una escucha respetuosa.
Pd: Todas las respuestas están en nuestro cuerpo.
Virginia Fernández Ruiz
Fundadora y Directora de Can Oliver
Osteópata, Naturópata y Terapeuta corporal integrativa