Es difícil definir en unas pocas palabras algo tan universal y multi-dimensional como la milenaria práctica del Yoga. Esta práctica espiritual que tiene su origen en India y se ha extendido a todos los rincones del planeta ha llegado hasta nosotros después de tanto tiempo por una razón muy simple, porque funciona.
Etimológicamente viene del sanscrito “yug” y significa unir, poner junto, integrar todo lo que somos como ser humano en el momento presente a nivel físico, mental y espiritual y así poder conocer y experimentar nuestra verdadera naturaleza y esencia, lo que realmente somos y para que estamos aquí.
Yoga es además una de las escuelas ortodoxas de filosofía en la tradición india, una forma de vivir y entender la vida que explica de que está hecha la naturaleza que percibimos con nuestros sentidos y lo que hay más allá….
La primera ley de la naturaleza es que todo está en continuo cambio y que todo lo que nace está predestinado a morir. Percibimos una realidad cambiante, noche-día, frío-calor, dolor-placer…. y por mucho que nos empeñemos en crearnos sensaciones de estabilidad, son simplemente eso, sensaciones. A esta realidad cambiante se la denomina pakriti o shakti.
Pero hay algo más que sostiene esta realidad material y es conocido como Purusha o Shiva. En otras culturas se le han dado diferentes nombres para expresar lo mismo: El Ser, Atman, naturaleza búdica o crística, la consciencia, el observador, el testigo, el Gran Espíritu, Dios…. Y no es otra cosa que el principio de consciencia, lo que nos permite experimentar y saber que estamos experimentando la vida, la existencia y que además ti ene la capacidad de reconocerse a sí misma en todo. Si hay algo en nuestro interior que nos permite observar esta mente y este cuerpo es porque hay algo más… Hay una tendencia natural en el ser humano a buscar en su interior, cuando cansado de buscar la felicidad, la paz, la armonía y la auto-realización en esta realidad tan cambiante, sigue sintiendo un vacío difícil de llenar con cosas externas materiales.
Pero hay dentro de nosotros una fuente inagotable de puro amor, de infinito poder creativo y pura consciencia y felicidad y es esta esencia la que con la práctica del yoga llegamos a experimentar, no sólo a un nivel teórico o intelectual sino práctico y experiencial.
La práctica del Yoga
A través de las diferentes técnicas y estilos del yoga tradicional, podemos eliminar el velo de la ignorancia en la que vivimos. La práctica continuada nos hace conscientes, a través de la experiencia directa, de la naturaleza de nuestro cuerpo, de nuestra mente, emociones, identidad egótica y del mundo que nos rodea. Además nos da las herramientas para iluminar las sombras de nuestra personalidad, aquello que nos bloquea y nos impide evolucionar, el miedo. La práctica del yoga nos hace conscientes de los patrones mentales con los que funcionamos, de los hábitos, del poder que la mente ejerce sobre nosotros debido a su identificación y fortalecimiento del ego, de la auto-imagen que todos nos creamos y que es fruto de la herencia humana que hemos recibido, de los genes transmitidos por nuestros padres, del momento y lugar donde hemos nacido, la sociedad, las creencias, etc… Nos hemos creado una casa alrededor de nuestra esencia con las más variadas fachadas en busca de reconocimiento, de aceptación, de amor….
La mente y el ego no pueden sobrevivir en el presente. La conciencia egótica se alimenta de pensamientos del pasado y de proyecciones en un futuro que todavía no existe. Se mueve entre el rechazo al dolor y el apego al placer, creando sufrimiento, si no conseguimos lo deseado y apego si lo conseguimos….
Las prácticas del yoga ayudan a disolver el ego y vivir en el presente, aceptándonos, amándonos y confiando en la vida. Es por eso que con el tiempo somos capaces de diferenciar entre dolor y sufrimiento, aceptando ambos como maestros, como oportunidades para seguir creciendo y evolucionando. EL arte de vivir tiene más que ver en la destreza que desarrollamos a la hora de atravesar las dificultades de la vida que con vivir los momentos de alegría y amor, pues éstos son nuestra propia naturaleza.
Ashtanga Vinayasa Yoga según las enseñanzas del Maestro Sri K. Pattabhi Jois de Mysore, India
Es un estilo de yoga tradicional, basado en los Yoga Sutras de Patanjali, que utiliza una combinación encadenada y dinámica de posturas (asanas) con la intención de flexibilizar el cuerpo, limpiar los órganos internos, activar el Sistema endocrino, fortalecer la mente (concentración) y estabilizar las emociones. La coordinación del movimiento y respiración (vinyasa) ayuda a cultivar la consciencia de la integración cuerpo-mente en el único momento que existe, el presente, despertando así todo nuestro potencial como ser humano. El trabajo de la respiración (ujjay) y de los bandhas (contracciones musculares) calienta el cuerpo de una manera natural favoreciendo la eliminación de toxinas, tanto físicas como emocionales a través del sudor, limpiando y activando el sistema energético interno, llenándolo de prana (energía vital), despertando la energía Kundalini y la consciencia spiritual.
Tomás Manzanedo – Ashtanga Yoga Ibiza Shankara Shala
* Publicado en AARTI #17 (noviembre 2012)